domingo, 14 de julio de 2013

Plaza de la Universidad

Queridos amigos de Ciegoengranada:
Soy un visitante de Pamplona que con el permiso del moderador del blog he escrito esta pequeña experiencia sobre un extraordinario hecho de malas prácticas urbanísticas y de conservación del patrimonio de la ciudad de Granada, así como de incivismo, por otro lado.
Acudí a Granada hace unas semanas para disfrutar de su famosa Alhambra y me marcho encantado con este monumento y perplejo por lo mal aprovechado de su envidiable patrimonio. No tenía noticias antes de llegar de la multitud de lugares y edificios entrañables de Granada. Tan solo la Alhambra y el Albayzín habían reclamado mi atención sobre la ciudad, desconociendo la presencia en esta ciudad de monasterios y conventos como el de San Jerónimo, la Cartuja, Santo Domingo, Isabel la Real y monumentos de primer orden como la Real Chancillería, la Catedral y Capilla Real, iglesias tan hermosas como San Juan de Dios, la colegiata de los Santos Justo y Pastor, San Ildefonso, o tan ricas en imaginería como San Gil y Santa Ana. Qué decir de los jardines del Triunfo con sus preciosas perspectivas y variedad floral, el Cuarto Real de Santo Domingo, los jardines de la Huerta de San Vicente, los paseos por el boulevard de la Avenidad de la Constitución, por el Paseo del Salón, y por la Carrera de la Virgen. Palaciós como el de los Córdova, la Casa de los Tiros, el de Quinta Alegre; edificios tan curiosos como el Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago, el Hospital Real, Corral del Carbón o espacios más modernos como la zona del Parque de las Ciencias, jardines de Tico Medina, edificio de la Caja Granada y Parque Tecnológico de la Salud. Rincones históricos de relevancia universal como la cruz frente al hotel Vincci, la calle de la Colcha o el cedro donde se dice que en cuya sombra escribió sus más elevados poemas San Juan de la Cruz. Numerosos y simpáticos museos como la Sala de Exposiciones de Gran Capitán un sinfín de pintorescos regalos para la vista como el Campo del Príncipe o itinerarios por bellos parajes naturales como el Parque de Invierno o por la fuente del Avellano o de la Bicha. Una ciudad que haría las delicias de cualquier amante de los recorridos turísticos, que sin embargo no consta ni siquiera entre las cinco más visitadas de España. Y es que, lamentablemente, el urbanismo de Granada carece de coherencia y criterio. No se trata de que urbanísticamente siga un modelo árabe medieva. No aprovecha en absoluto sus recursos culturales y estéticos y los diliye en una amalgama ecléctica de ladrillo, hormigón y desorden. Todo lo cual consigue que Granada sea una ciudad carente de identidad y reclamo natural para una creciente población de ocupas y hippies que ensucian y llenan de pintadas y malos olores las calles de la ciudad.        
Un ejemplo: la plaza de la Universidad o de Derecho, pues allí se encuentra la sede de dicha Facultad.
Nos introducimos en dicha plaza desde la calle San Jerónimo, una de las más bellas de Granada, al menos el tramo entre la de San Juan de Dios y esta plaza. Una vez allí, nos situamos en el centro de la plaza, sobre el adoquinado, y junto al monumento escultórico al Emperador Carlos V, quien quiso hacer de esta ciudad la sede de la Corte, o lo que es lo mismo, capital del mundo en el siglo XVI.

Aunque para algunos sea un personaje polémico, sin duda fue un gran benefactor para Granada, a la que dio prestigio internacional, una célebre universidad y uno de los más bellos palacios renacentistas.
Me he permitido tomar algunas fotos para ilustrar mis argumentos. Vean:



Sí, sí, se la acerco por si cree que no es lo que parece:





A la imagen del rey emperador le han arrancado la espada de piedra donde descansaba el también arrancado brazo derecho. Además, han pintado un balón de fútbol bajo su pie derecho y le han escrito un número 7 sobre la coraza, a la altura del pecho. ¿Qué significa este 7? La respuesta la encontramos en la espalda de la imagen:



Lo que está escrito es ZIZOU, es decir, el nombre del jugador número 7 del Real Madrid por aquel entonces. Una ingeniosísima broma.
Lo que causa más extrañeza de todo esto no es que esté en este estado, sino que no se arregle. Resulta que es la única estatua de Carlos V que he visto en esta ciudad. Y es que una ciudad como Madrid, siendo menos imperial de lo que Granada lo fue en su día, saca mucho más partido turístico a lo que llaman Madrid de los Austrias. Granada es mora, bien, pero también imperial, y a esto podría ser un beneficio incalculable para la vida cultural de la ciudad, en lo que se refiere a música, arte, literatura, urbanismo… y por qué no, una ventaja como pocas ciudades tienen en España para promocionar el turismo histórico-cultural.
Aparte de esta falta de visión (ciego en Granada) para exprimir los recursos inmateriales, encontramos en esta misma plaza la falta de visión estética o espacial. Sí, me refiero a que esta plaza es una de las más conseguidas de la ciudad. Fíjense en la plaza desde la puerta de la colegiata de los santos Justo y Pastor, mirando hacia la calle San Jerónimo: una bonita placita de casas de pequeña altura, acordes con el convento de la Encarnación y de buen estilo (olvidé hacer una foto donde se viese mejor la plaza del convento).



Rotamos hacia la izquierda y encontramos una bonita imagen de la fachada de la colegiata:

 
Detalle de la entrada del claustro:



Continuamos rotando y contemplamos este magnífico rincón



Después la salida hacia la calle Silencio, flanqueada por la verja decimonónoca de hierro forjado con detalles decorativos en forma de rubí del Jardín Botánico (lástima de las lamentables condiciones en que se encuentra, a pesar de haberla restaurado recientemente). Desde esa esquina, la plaza se ve así:



Y entonces es cuando la estética general de la plaza se revienta con semejante atentado de proporciones y estética:


 Giramos un poco más, para que lo aprecien mejor



Un edificio ya de por sí feo, se ponga donde se ponga, que no solo rompe el estilo de la plaza, sino la proporción, sobresaliendo ampliamente de las casas que tiene a ambos lados:   



Detalle


Y desde el otro extremo de la plaza


No puedo más que felicitar al especulador que logró edificar eso ahí, y destacar la ceguera de quien lo permitiera.